Durante la fundación del
mundo, Dios creó al hombre a su propia imagen, y permitió que tuviera libre
voluntad. Por lo tanto, el hombre sería probado, de hecho, lo colocó en
el medio del campo de batalla. Por ello, Dios ideó un plan de guerra para
derrotar a Lucifer; el no duerme jamás, su desvelo, poner a prueba sin descanso
la fidelidad del ser humano para con Dios.
El
hombre fracasó aquella primera prueba en la que Lucifer ganó la batalla en el
Edén.
A
partir de aquel momento, continuó engañando al hombre. Durante el tiempo de
Noé, logró engañar al mundo. De toda la población de la Tierra , Dios solo pudo
salvar ocho almas. Lucifer siguió engañando durante siglos a naciones enteras.
El antiguo Egipto, Sodoma y Gomorra, el maltrato al pueblo elegido de Dios,
Israel. Durante cuarenta años estuvo incitando al pueblo elegido, una batalla
que a día de hoy continúa.
Dios
realizó obras sobrenaturales para su gente, les rescató con milagros, le dio
grandes revelaciones de amor pero Lucifer ha seguido incitando la rebelión, la
idolatría y la perversión durante siglos.
Mientras
él tentaba a la humanidad, algunos de sus generales seguían manteniendo una
batalla celestial con los Ángeles de Dios. En un descuidó envió a Xafán. Él era el ángel más fuerte del
grupo, reunió a un grupo de los Gregori
e hizo jurar a cada uno no retroceder hasta haber ejecutado la misión imposible:
incendiar el Cielo.
Un
grupo de Potestades, que defendían las
Puertas del Cielo de los ataques del mal, intentaron debilitar la ofensiva de
Xafán. Dios dio instrucciones a Miguel y envió a Gabriel a reunir a todas sus
huestes.
Rafael
dio la señal.
“Fue uno de los combates más gloriosos
librados por el Cielo. El Trono estaba en juego. Legiones de espíritus inmortales se
levantaron en armas para recobrar su primitiva morada.
En el bando divino, el
Arcángel Miguel lideraba las huestes celestiales. A su derecha, Uriel, a su
izquierda Rafael y Gabriel, pero éste, como en otras ocasiones se limitó a
llevar noticias del frente a las filas de la retaguardia.
La guerra se
desencadenó.
Apocalipsis 8:2: “Vi a
los siete Arcángeles que estaban de pie, delante de Dios, los cuales hicieron
tronar sus siete trompetas”.
El primer Arcángel con
la primera Trompeta, hizo caer sobre ellos granizo y fuego, este primer contacto
desfiguró el cuerpo sin alma de los ángeles, ahora demonios, que se encontraban en la
vanguardia.
El tercer arcángel tocó
la trompeta y envió a una estrella de luz cegadora, irradiaba una energía tal que
hacía brotar lágrimas de los ojos de los demonios que la miraban
que estos se derretían y derramaban por el borde de las escaleras de Jacob.
El quinto Arcángel tocó
la quinta trompeta la cual forjó con el fuego del sol, la dureza de la Luna y el brillo de una
estrella las llaves del pozo del Abismo.
El sexto Arcángel tocó la trompeta hizo clamar el grito de batallas las gargantas de miles de ángeles de Dios armados de espadas de Acero Divino, forjado con polvo de estrellas de la lanza de Dios, la más primigenia de todas, la que separó el Cielo en el Día y la Noche.
La séptimo Arcángel tocó
la séptima trompeta anunciando el Apocalipsis Celestial.
La devastación fue tan
grande y descomunal que se abrió el Cielo y del él salió un caballo blanco, sus
ojos eran como llamas de fuego, y su cabeza tenía muchas diademas en el que tenía escrito un nombre que nadie
conocía, en su vestidura y un su muslo tenía escrito “Rey de Reyes y Señor de
Señores”; le seguían los ejércitos celestiales empuñando espadas de Acero
Divino que hicieron retroceder a la falange enemiga.
Una batalla atronadora
se libraba hasta que una gran señal lo abrió Cielo y una lengua de fuego empujó a las bestias empujándolas a un lago de azufre que Dios había preparado
para ellos .Rafaél con las llaves cerró las puertas del Abismo.
Una
vez capturado, fue llevado ante Miguel para recibir su sentencia:
Isaías 24:21-22) “Serán
encadenados durante setenta generaciones en el abismo del fuego, a los
tormentos del encierro en una prisión eterna”.
Los
soldados de Cristo cercaron las salidas con murallas infranqueables, se
reestableció el orden celestial. Lucifer y secuaces permanecieron encadenados en el lago
de fuego y azufre durante mil años. Mil años en que la paz reinó sobre las tieblas.
Pero al cumplirse el milenio........................................ Lucifer escapó.
Pero al cumplirse el milenio........................................ Lucifer escapó.
Dios
decidió tomar partido una vez más a favor de los hombres y deshacerse de
Lucifer de una vez por todas. Para ello decidió enviar a su Hijo.
..........................próximamente capítulo
final.
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