sábado, 10 de mayo de 2014

EL ROBO DE LA CRUZ DE CARAVACA (PARTE III, 33 y 1/4)


"EL SUMARIO DEL JUEZ"


AUTO. Caravaca a catorce de febrero de mil novecientos treinta y cuatro.

Resultando que en este momento, las once y media de la mañana, se recibe aviso telefónico del Sr. Jefe de Línea de la Guardia Civil participando que la Santísima Cruz, que se venera en su Santuario de esta Ciudad, ha sido robada, apareciendo rotas una puerta de la iglesia y el Sagrario.

Así lo acordó, mandó y firma dicho Señor Juez D.Andrés León Pizarro.

Se constituye el Juzgado y a las 12h se personan con la Guardia civil en el lugar de los hechos para practicar las diligencias oportunas, la práctica de las gestiones urgentes van encaminadas a la búsqueda y rescate de la reliquia mediante los procedimientos habituales.
En la puerta de San Lázaro se observa en la hoja derecha un aferramiento en la madera dejando un hueco de 37 cm alto por 19,5  de ancho (por ahí no entra ni el gato) también se encuentran varias herramientas (foto).


Bien querido Watson, si alguien hubiera entrado por ahí hubieran quedado restos de tejidos y el serrín esparcido pero nada de nada, todo intacto, es decir, nadie pasó por allí.

Acto seguido se trasladan al altar mayor del Santuario observándose que el pequeño recinto del Sagrario se encuentra abierto, rotas las molduras que adornan la parte superior del mismo, y cuya rotura parece haberse realizado de una manera violenta. La cortinilla interior del mismo esta echada, en el suelo se encuentra la caja tallada de oro y piedras preciosas que hace de base a la cruz y sobre el ara del altar una pequeña cantidad de tierra que dijo procedía de un florero de cristal que no ha sido hallado.

Y es aquí otra vez querido Watson cuando tenemos que preguntarnos ¿Qué ladrón tan respetuoso que se molesta en echar la cortinilla tal y como lo haría un sacerdote? y ¿por qué no se llevó la valiosísima caja que contenía la cruz?, pues eso me pregunto yo.


Después se dirigen a la muralla de la izquierda del Santuario viéndose que sobre la misma había un gran hierro doblado en forma de gancho terminando por un lado en punta y por el otro aparecía atado un trozo de soga como el que se usan para las persianas (si, han leído bien, una cuerda de persiana) y que acaba tres metros por encima del suelo. Imposible mantener el peso de una persona y mucho menos ser lanzada desde ese ángulo. Todo esto no hace más que dar a entender que querían dejar pistas (pero más falsas que la declaración de renta de Bárcenas) .




En el interior de la sacristía existe un armario alacena en el que según manifestó el sacerdote encargado de la custodia del templo se acostumbraban a guardar las llaves del Sagrario y las puertas de dicha alacena tienen señales de haber intentado violentarla con una palanqueta habiendo originado un astillamiento de las mismas, pero cuya labor resultó infructuosa, eso quiere decir…………….que los cacos no la abrieron y no se llevaron las llaves. Aquí Watson es cuando se empieza a oler a podrido. 
Comenzó a tomar fuerza la versión de que el robo había sido cometido desde dentro y todas las miradas se clavaron de inmediato en el cura. , Don Idelfonso había sido un entusiasta seguidor de las ideas republicanas, tan de moda por aquellas fechas.
Nadie se fiaba del cura y menos cuando se empezaron a filtrar las primeras conclusiones. La tradición  mandaba desde tiempo inmemorial, que el capellán (y guardián de la reliquia) tenía que trasladar la Vera Cruz todas las tardes, desde el altar mayor del Santuario hasta sus aposentos. Por la mañana, antes de la misa matinal que se celebraba a las 8 y media, se devolvía la reliquia al templo. Aquella tarde, Don Ildefonso, no había cumplido su obligación y es citado a declarar:

Don Ildefonso Ramírez Alonso, 50 años, soltero, Sacerdote, natural de Águilas (¡!vaya!!). Declara: Que está encargado del Santuario de la Santísima Cruz de ésta Ciudad, según nombramiento del Obispado de esta provincia y expedido por el Ayuntamiento de esta Ciudad, desde la implantación de la República y así continuaba hasta la fecha.

Que desde que el declarante tomó posesión de ese cargo, siempre quedó custodio de la Sagrada Reliquia del Sagrario del altar mayor, cerrando con tres llavecitas y éstas guardadas en un armario de la Sacristía, cuyas llaves se  conservan en sus habitaciones particulares juntamente con las de la Iglesia y puerta de la vivienda particular que ocupa en el mismo edificio del Castillo teniendo orden expresa del Obispo de dormir con ellas.
La noche anterior se acostó a las once como de costumbre, sin observar el más mínimo ruido, a la mañana siguiente se encontró el pastel.
Así que, ¿ los  ladrones se habían encontrado la reliquia en el mismo altar mayor del templo?. Watsonnn, aquí huele a podrido y yo no he sido.

 Ya se sabe que la masa es voluble y visceral. Los ánimos estaban calentitos y unos pocos días después una manifestación popular recorrió las calles de Caravaca en dirección al Castillo para pedir cuentas al capellán. La cosa se puso negra. A empujones y golpes lo llevaron camino de la Plaza del Arco, el linchamiento iba a producirse si nadie lo remediaba. La Guardia Civil tuvo que intervenir, pistola en mano; lo rescataron de la muchedumbre escoltándolo hasta el Ayuntamiento. Desde allí un coche particular lo condujo hasta Águilas, su pueblo natal, donde murió dos años después en 1936. Lo que supiera del asunto Don Ildefonso, parece que se lo llevó a la tumba.



En lo sucesivo se interroga a todo el pueblo, totalmente conmocionado y nadie parece tener sospechas de nadie. (pues empezamos bien). Hay acusaciones y detenciones pero nada de nada.


Lo que si comentan varios vecinos es que el viernes llegó al pueblo un forastero, extranjero para más señas, con una chupa de cuero y una botas altas de militar en una Harley Davison (cacho moto, teniendo en cuenta que en esa época no debían de haber en pueblo más de cuatro coches y tres motos). Este pregunto por el Santuario y se dirigió a mismo para hacer fotografías.
La Guardia Civil da aviso a los retenes de camineros que se encuentran apostados en las carreteras y nadie parece haber visto al motorista fantasma.
Ya sabemos que algunos jerarcas nazis pertenecía a una sociedad esotérica llamada ´Sociedad Thule” y que 1933 financian varias expediciones en busca de Reliquias Sagradas (acordaros de Indiana Jones y el grial), pues es bien conocido que estuvieron en España y ahí dejo eso…  (Foto: Otto Rahn con la dama de Elche).



Llegó la Guerra y se dejaron en suspenso las averiguaciones subsiguientes sobre el asunto. El asalto a los templos, las iglesias profanadas, las imágenes de Vírgenes y Santos destruidas en actos públicos tanto en Caravaca como en el resto de España dejaron en un segundo plano el suceso del robo de la Cruz, Santa Reliquia. La Guerra tapó con su manto todos los cuerpos de la evidencia. Pero la herida ya estaba abierta y las averiguaciones continuaron......
Concluisones, hipótesis y sospechas lo dejaré para el Apoteósis final......

                                                                          Continuará..........












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