lunes, 27 de octubre de 2014

EL VATICANO Y LOS MERCADERES DEL TEMPLO.



El Vaticano, el país más pequeño del mundo (0.5 Km). En él solo habitan unas 900 personas.
Atravesar los muros de la Ciudad de el Vaticano supone adentrarse en un parque temático: tienen su propio Banco, Radio, Televisión y guardias.
Una vez dentro de los museos encontramos, restaurantes, tiendas, librerías y hasta una oficina de correos propia. Pasen y vean, pero antes pasen por caja.
Y como diría Gloria Serra (equipo de investigación), ¿cuánto cuesta visitar el Museo del Vaticano? ¿Qué ocurre con los que no pueden costearse una entrada? ¿Qué pasaría si Jesucristo levantara la cabeza y volviera a ver el Templo lleno de mercaderes?




Miles de personas colapsan diariamente el diminuto país que se ha convertido en una máquina de hacer dinero.

*Entrada: 19€.

*Visita guiada Museos Vaticanos:  31€.

*Visita guiada Jardines Vaticanos:  31€.

*Visita Guiada Cúpula San Pedro: 7€ + 5€ (ascensor).

*Visita Necrópolis (Tumba Apostol): 12€.

*Audioguías: 7€.

*Todo ellos, sin contar comida, bebida donativos, estampitas y souvenirs.

Vayan haciendo números si tiene pensado hacer el tour.

La entrada es gratuita solo para menores de 5 años o personas que acrediten el 74% de minusvalía.

Los pobres o personas que no puedan costear la desorbitada cantidad tendrán que conformarse con ver el muro exterior. Por que aquí parece ser que el voto de pobreza no parece sorprender a nadie, ni siquiera al Francisco I, el papa de los pobres.

Por cierto, críticos e historiadores de arte han mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por el estado de conservación de las obras artísticas del museo, pero la curia parece no hacer nada al respecto, ¿por qué? Porque lo único que les interesas (como dice la canción) es el money, money, money.

Y el negocio no termina ahí, porque una vez dentro de los museos, las tiendas se suceden una detrás de otra, muy lejos de la tranquilidad que busca quien lo visita. Cientos de personas recorriendo los pasillos de un lado a otro a una velocidad vertiginosa e imposible poder así disfrutar de las obras de arte, y para el colmo la mayoría de las obras principales sin una placa identificativa.
En otras ocasiones, nos encontramos obras únicas y de valor incalculable sin ningún tipo de protección especial.


Con esto se desprende que la única misión de los Museos Vaticanos es intentar evangelizar a través de la mercantilización de la fe. El patrimonio que existe en su interior es impresionante, albergando las colecciones más importantes del mundo. Lo que más me exaspera es que no aportan conocimiento ninguno al visitante, todo queda reducido a una mirada fugaz y a decenas de cámaras fotográficas.


 El voto de pobreza conduce a la larga a quienes lo han hecho a conformarse con lo mínimo.
Quizás tengan un doble fondo en el que ocultan los engaños de sus tres
votos, y lo aplazan para otras épocas futuras.
Mientras ellos aumentan sus riquezas, el verdadero espíritu de santidad se va apagando y hacen acto de presencia la comodidad y la codicia.

Como Cristo, vuestro modelo, vosotros, piedras angulares, estáis siendo rechazados (por algunos sectores de la población) como los constructores de una Iglesia, la cual la orientáis hacia vuestro propio uso y consumo.

Cualquier rico, seglar o religioso, y cualquier avaro sólo puede entrar en el reino de Cristo gracias a la recomendación de un pobre necesitado: el peregrino al que se acoge, el sediento al que se da de beber, el enfermo al que se cura, el preso al que se visita, el pendenciero al que se pacifica, el muerto al que se entierra. Sin estas recomendaciones, se quedarán fuera del Reino: «En verdad os digo que no os conozco.»


Evangelio de Juan, Cap. II:

     “Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el Templo a los que vendía bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
      Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes y esparció  las monedas de los cambistas, y volcó las mesas: y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis la casa de mi Padre casa de mercado.”



Si levantara la cabeza, que sorpresa se llevaría al comprobar que sus máximos representantes en la Tierra mercantilizan la fe para hacer de ella un negocio suculento.

Pero mis más duras críticas no van dirigidas exclusivamente a la Ciudad del Vaticano, puesto que “supuestamente” solo sobrevive de las visitas a dichos museos, vamos que se autofinancia para la conservación del mismo. Mi mayor condena es para el Estado Español, que tras casi cuarenta años de democracia y de la vigencia de una Constitución que establece “que ninguna confesión tendrá carácter estatal”, la relación entre la Iglesia  y el Estado no ha cambiado sustancialmente aunque su influencia en la sociedad sea menor.
El incremento de la financiación de la Iglesia por parte del Estado y los privilegios económicos, jurídicos y políticos de los que disfruta todavía nos hace pensar que estamos en un estado confesional encubierto, a diferencia de una Europa laica.

Y para muestra los datos de IRPF:

*  249 millones de Asignación de IRPF que se destina íntegra a la financiación del culto y el clero.

* 80 millones para otros fines. (casilla otros fines IRPF).

*  1.000 millones libres de impuestos ( como el IBI).

*  4.600 millones que recibe del Estado para pagar a los profesores de religión de los colegios púbicos.

* 25 millones para los funcionarios (religiosos).

* 500 millones para la conservación de monumentos ( patrimonio exclusivo de la Iglesia).

* 290 millones para subvenciones y eventos religios.

* 60 millones para las jornadas de juventud.

*  Esto es España………


Reflexión:

En realidad, los valores jamás entran en crisis, la que entra en crisis es la cultura acerca de los valores. FIAT LUX.

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