lunes, 2 de marzo de 2015

EL LUTE: CAMINA O REVIENTA.


Eleuterio Sánchez, más conocido como “El Lute” es uno de los más famosos delincuentes de nuestra época reciente, pero no es famoso por sus actos criminales, sino por ser un rebelde, un hombre que se jugó el todo por el todo por recuperar la libertad que le habían arrebatado injustamente, un hombre famoso por sus fugas y por escapar de la eficaz Guardia Civil. Un hombre que se enfrento a la justicia del régimen franquista en tiempos en que nadie se atrevía a hacerlo. El Lute era admirado por muchos de los que en aquellos años ansiaban la libertad.


Eleuterio Sánchez nació en una chabola en los suburbios de Salamanca en 1942.
Con 20 años de edad estaba acampado con su mujer, su hijo y otros miembros a orillas de un rió en Extremadura. El hambre y la gran necesidad de alimentar a su familia le obligan a robar dos gallinas, pero es sorprendido, detenido y encarcelado.
El código penal reconocía la existencia de atenuantes por “delito famélico”, es decir, por ser un delito originado por el grave estado de necesidad. Pero el juez Ricardo Álvarez no tuvo en consideración ningún atenuante y decidió descargar todo el peso de la ley sobre Eleuterio para dar un escarmiento. Le aplicó la Ley de vagos y maleantes. Le condenó a 2 años de prisión. Además condenó a su mujer a seis meses. Eleuterio era en aquellos años un joven analfabeto que no concebía que por dos gallinas recibiera semejante castigo.


En mayo de 1965, Eleuterio, Raimundo Medrano y Juan José Agudo, participan en un atraco a mano armada en una joyería en la Calle Bravo Murillo de Madrid, se apoderaron de medio millón de pesetas y resultó muerto el vigilante de seguridad.
Cuando la policía trataba de detener a Medrano y a Eleuterio en un bar de la calle Galileo muere una niña durante el tiroteo.
Medrano escapa, pero Eleuterio fue apresado.
Durante su detención la policía le bautizó con el mote de “El Lute”, un nombre que le acompañaría siempre y que el odiaría, pues era un mote creado para hacer de él un hombre que no era.
En el juicio no tiene abogado y es condenado a muerte, pero mas adelante se le conmuta la pena por 30 años de prisión.
Comenzaría en ese momento una lucha incesante por salir de prisión a toda costa. Su objetivo: Fugarse.
Y lo consiguió, protagonizó dos de las fugas más sonadas de la historia reciente.

De camino a los juzgados para declarar, el 2 de junio de 1966, protagonizó una de las fugas más espectaculares que se recuerdan. Durante el trayecto en el tren correo Santander-Madrid, Eleuterio empujó a un niño que pasaba por el pasillo contra los dos guardias civiles fracturándole la clavícula y saltando esposado del tren en marcha a 80 km/h a la altura de Piña de Campos.
Herido con un brazo roto, cruzó a nado el Canal de Castilla, recorrió 170 km, hasta que doce días más tarde fue detenido por una pareja de Policías de Tráfico en la carretera Zamora-Salamanca en una vespa robada.


Por el quebrantamiento de condena, cinco años de prisión menor; por el hurto de una gallina, dos años de prisión menor; por el robo de una manta, seis meses de prisión mayor; por el robo de ropas usadas, queso y un DNI, siete años de prisión mayor, y por el hurto de una motocicleta, siete años de prisión mayor. En total, se le condena a más de 21 años de cárcel y a diversas indemnizaciones, entre ellas el pago de 10.000 pesetas al niño que rompió la clavícula.

Se le trasladó a la prisión del Puerto de Santa Maria en Cádiz. Allí lo pasaría muy mal, lo malos tratos eran continuos y recluido en una estrecha celda llegaría a pensar en el suicidio. Pero en vez de suicidarse se dedicaría a estudiar y a aprender pese a las trabas que se le ponían.
Aprendió a leer y escribir, logrando aprobar la carrera de Derecho en la UNED y ser abogado, ejerciendo cuando consigiuió la libertad en el gabinete de abogacía madrileño de Enrique Tierno Galván, convirtiéndose así en un paradigma de la reinserción social en los albores de la democracia española.
Pero tras años de prisión el Lute aún deseaba la libertad a toda costa y el 1 de enero de 1971, para recibir con ganas el año y aprovechando la confianza otorgada en la prisión por parte de los funcionarios, reclutó a un grupo de reclusos para fugarse de la cárcel con un plan perfectamente trazado, fue el único que logró huir.

Está segunda huida fue mítica, herido en el pecho y en la pierna se escondió durante días en el colector general de Sevilla, un agujero oscuro, donde a la luz de un candil empezaría a escribir su libro “Camina o Revienta”, en principio, su idea era hacer una especie de testamento donde desea contar la verdad de su historia, por si acaso moría por las severas heridas.

Comienza entonces una gran batida con 6000 policías pisándole los talones. Su fuga mantiene al país en vilo, la leyenda del Lute aumenta, héroe para unos, villano para otros. Se convertió en el criminal más buscado, acechado por los montes y los campos como una alimaña.

El Lute es libre y disfrutará su libertad, su fuga fue una fuga muy larga, pasaron tres años, en Junio de 1973 fue localizado en Sevilla donde vivían familiares y amigos. Un chivatazo alertó a la Policía  de que se encontraba en la capital con un coche matrícula de Cádiz de color amarillo. Tras averiguar que la matrícula era falsa se procede a un dispositivo de vigilancia de 72 horas. El Lute y un amigo iban armados y fueron sorprendidos en plena calle. Se resistieron, un policía resultó herido, pero nuevamente fue detenido. Toda la comisaría celebró su detención, el mito volvía a prisión.

La acumulación de 97 causas durante toda su carrera supuso una pena de más de mil años. Pero el fin de la dictadura fue también el fin de “El Lute” como personaje legendario, en 1981 se le concedió un indulto general a todos los efectos. Eleuterio Sánchez se dedicó a ejercer como abogado desde su indulto, aprovechando la licenciatura en Derecho que obtuvo con sus estudios en prisión. El Lute estudió derecho para poder defenderse y poder defender a otros de una justicia dictatorial, que siempre aplicaba el máximo castigo a los más débiles. Hoy en día el Lute es abogado, escritor y conferenciante, además de padre de familia. Todo un modelo de re-inserción en la sociedad que lo odió y admiró a partes iguales.
No obstante, en 2006 El Lute pisaría la prisión por última vez por una denuncia de malos tratos a su mujer.


Es autor de una serie de libros autobiográficos: Camina o revienta (1977), Mañana seré libre (1979), Una pluma entre rejas(1981), Entre sombras y silencios (1983), Crónica de un campesino (1987) y Cuando resistir es vencer (2013).

Compuso una canción, «Quisiera», que ganó en los 80 el Festival de la Canción de Benidorm. No quedaría aquí su relación con el mundo musical. En 1979, El Lute reclamó sus derechos de imagen –por lo que cobró casi 4 millones de pesetas– después de que el grupo Boney M cantara sus hazañas. Estopa o el rapero Haze también incluyeron en sus respectivos repertorios un tema dedicado al ya exdelincuente más famoso de España. También dejó huella en el cine. Los actores Imanol Arias y Victoria Abril, bajo el mando de Vicente Aranda, protagonizaron «El Lute: camina o revienta», película que tuvo segunda parte con «El Lute II: mañana seré libre».



Una historia real y apasionante donde un hombre analfabeto y hambriento se convirtió en el “enemigo público” número uno del franquismo.

Y es que fue la Justicia quien creó a "El Lute".


                                    Fiat Lux.


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