A la joven Sol la llamaban doña sol
porque era hija de nobles, los conocidos como señores de Lepe. En la Cartagena
de aquel tiempo, como en el resto de España, la posición social era tan o más
importante que la propia virtud, así que los amoríos que la niña se traía desde hacía tiempo con Mendo, un cartagenerode cepa, de buen porte y linaje, pero escaso de patrimonio, fueron prohibidos por los nobles señores de Lepe, que se hacían tririllas pensando en casar a su heredera con un generalife de posición más honrosa y que cuidara de sus múltiples propiedades.
Para ganarse los buenos ojos de los padres de su amada Sol, Mendo de Acevedo marchó a la guerra con el viejo sueño de ser protagonista de grances hazañas, "así los convenceré" pensaba el infeliz. Tras dos años de ausencia, sin que Cartagena recibiera noticia alguna del joven, los señores de Lepe decidieron coger el toro por los cuernos y casar a su niña con un italiano, un caballero toscano de nombre Rodrigo Rocatti.
La ya casada doña sol le odió desde la primera vez que le echó el ojo. Altivo, arrogante y tirano, don Rodrigo era todo lo contrario al bueno de Mendo, por quien la joven esposa lloraba amargamente en las noches de soledad mirando al Mediterráneo.
Y pasaron los años...............................
continuará.
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