Narciso
era un hombre muy guapo, inmensamente bello, se caracterizaba por su total
desinterés por el amor. Cuando nació sus padres consultaron a una adivina,
quien les dijo que Narciso tendría una vida larga siempre y cuando no
descubriera lo bello que era y no se contemplara así mismo, por eso parte
de su juventud la pasó sin ser plenamente consciente de su belleza puesto que
nunca le dejaron que conociera su propia imagen.
Cuando
llegó a una edad viril, se convirtió en objeto de deseo de numerosisimas
doncellas y ninfas, pero el no estaba interesado en ninguna, las iba rechazado
de manera constante y continua ya que el amor no le interesaba lo más mínimo.
Narciso
se volvió un muchacho muy introvertido, y le gustaba dar largas caminatas por
el bosque y descansar junto al río hasta que un día Eco, una ninfa del agua lo
vio pasear y quedó profundamente enamorada ante su belleza. Pero este al estar
desinteresado en temas de amores la rechazaba una y otra vez.
Así
que Eco, desesperada le pidió ayuda a Afrodita para que este le prestara
atención aunque solo fuera por unos minutos; ella accedió, pero con una condición; y es que en ese tiempo debía enamorarlo, de
los contrario quedaría condenada a repetir las últimas palabras de los hombres
para toda la eternidad.
Pasado
ese tiempo, Eco no lo consiguió y la maldición se cumplió.
Totalmente
humillada, abandonó el bosque y se refugió en la soledad de una cueva donde ya
no podía hablar, tan solo repetir las últimas
palabras del aquellos que adentraban en la cueva. Triste y desolada acabo
muriendo de inanición.
Solo
su voz permaneció intacta resonando en la cueva como un susurro por la eternidad de los tiempos.
Pero
el resto de ninfas rechazadas anteriormente por Narciso y ante el desgraciado
final de Eco, le pidieron venganza al Cielo.
Y
este las escuchó y les envío a Némesis diosa encargada de proteger los votos
del amor y de vengar las infidelidades de los amantes, quien aprovechó los
paseos de Narciso para hechizarlo y despertar en él una profunda sed.
Narciso
se acercó al riachuelo para beber de él. En ese momento, vio su imagen
reflejada en el agua y tal y como había predicho Tiresias, ver su propia imagen
provocaría su perdición, pues quedó tan maravillado que no podía apartar la
vista de si mismo. Sintió deseos de admirarse más de cerca que en un descuido,
Narciso resbaló al agua ahogándose en su propio reflejo.
Allí
donde él murió surgió una flor que hoy en día lleva su nombre el Narciso, una flor que crece sobre las
aguas reflejándose en ellas.
También
de ahí surgió la palabra narcisista o
narcisismo que en su uso coloquial
designa un enamoramiento de sí mismo o cierta vanidad basada en la imagen
propia o en el ego.
Y también la palabra "eco" para denominar al fenómeno acústico producido cuando una onda se refleja y regresa a su emisor.
Así
que nenicas y nenicos, si algunas vez rechazáis a alguien enamorado de
vosotros, hacedlo con decoro y respeto, por que como dice la leyenda, el cuento
puede volverse en vuestra contra.
Fiat
Lux.
Dedicado a Paco R. M.
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