martes, 2 de septiembre de 2014

ECO Y NARCISO



Narciso era un hombre muy guapo, inmensamente bello, se caracterizaba por su total desinterés por el amor. Cuando nació sus padres consultaron a una adivina, quien les dijo que Narciso tendría una vida larga siempre y cuando no descubriera lo bello que era y no se contemplara así mismo, por eso parte de su juventud la pasó sin ser plenamente consciente de su belleza puesto que nunca le dejaron que conociera su propia imagen.

Cuando llegó a una edad viril, se convirtió en objeto de deseo de numerosisimas doncellas y ninfas, pero el no estaba interesado en ninguna, las iba rechazado de manera constante y continua ya que el amor no le interesaba lo más mínimo.

Narciso se volvió un muchacho muy introvertido, y le gustaba dar largas caminatas por el bosque y descansar junto al río hasta que un día Eco, una ninfa del agua lo vio pasear y quedó profundamente enamorada ante su belleza. Pero este al estar desinteresado en temas de amores la rechazaba una y otra vez.

 Así que Eco, desesperada le pidió ayuda a Afrodita para que este le prestara atención aunque solo fuera por unos minutos;  ella accedió, pero con una condición;  y es que en ese tiempo debía enamorarlo, de los contrario quedaría condenada a repetir las últimas palabras de los hombres para toda la eternidad.



Pasado ese tiempo, Eco no lo consiguió y la maldición se cumplió.
Totalmente humillada, abandonó el bosque y se refugió en la soledad de una cueva donde ya no podía  hablar, tan solo repetir las últimas palabras del aquellos que adentraban en la cueva. Triste y desolada acabo muriendo de inanición.
Solo su voz permaneció intacta resonando en la cueva como un susurro  por la eternidad de los tiempos.




Pero el resto de ninfas rechazadas anteriormente por Narciso y ante el desgraciado final de Eco, le pidieron venganza al Cielo.
Y este las escuchó y les envío a Némesis diosa encargada de proteger los votos del amor y de vengar las infidelidades de los amantes, quien aprovechó los paseos de Narciso para hechizarlo y despertar en él una profunda sed.


Narciso se acercó al riachuelo para beber de él. En ese momento, vio su imagen reflejada en el agua y tal y como había predicho Tiresias, ver su propia imagen provocaría su perdición, pues quedó tan maravillado que no podía apartar la vista de si mismo. Sintió deseos de admirarse más de cerca que en un descuido, Narciso resbaló al agua ahogándose en su propio reflejo.

Allí donde él murió surgió una flor que hoy en día lleva su nombre el Narciso, una flor que crece sobre las aguas reflejándose en ellas.

También de ahí surgió la palabra narcisista o narcisismo que en su uso coloquial designa un enamoramiento de sí mismo o cierta vanidad basada en la imagen propia o en el ego.
Y también la palabra "eco"  para denominar al fenómeno acústico producido cuando una onda se refleja y regresa a su emisor.


Así que nenicas y nenicos, si algunas vez rechazáis a alguien enamorado de vosotros, hacedlo con decoro y respeto, por que como dice la leyenda, el cuento puede volverse en vuestra contra.
                                                                                                          
                                                                                                                              Fiat Lux.

                                                                                                   Dedicado a Paco R. M.





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