jueves, 28 de agosto de 2014

EL TEMERARIO HOLANDÉS ERRANTE Y SU BARCO FANTASMA


Surca los mares un barco fantasma maldito, condenado a vagar eternamente por los océanos del mundo como castigo a la osadía y soberbia de su capitán.

Allá por el Siglo XVII, había un duro y temerario capitán holandés llamado Vanderdecken y que no creía en Dios.

Se dice que podía hacer la travesía Holanda y Java en 90 días, y que para ello había hecho un pacto con el diablo, comienza la leyenda de este famoso barco y su capitán cuando quedan atrapados durante una terrible tormenta mientras doblaban el cabo de Buena Esperanza.


Los pasajeros aterrorizados, rogaron a Vanderdecken que se refugiara en un puerto seguro o por lo menos arriar velas para intentar eludir el temporal, pero el capitán sintiéndose indestructible y enloquecido se rió de sus súplicas y, atándose al timón, comenzó a cantar canciones sacrílegas.

“Desafío al poder de Dios a detener el curso de mi destino. Ni el mismo diablo despertará mi temor aunque tenga que surcar los mares hasta el día de juicio”.


La tripulación también se alarmó por la conducta de su capitán e intentaron hacerse con el control del barco, pero el intento de motín fue sofocado cuando Vanderdecken arrojó por la borda a su líder, mientras lo aterrados pasajeros y tripulación se encomendaban a Dios. En respuesta a sus plegarias las nubes se abrieron y de entre ellas surgió una luz divina que descendió e iluminó la proa del barco por completo revelando una figura gloriosa que según algunos identificaron con Dios.
La figura se enfrentó a Vanderdecken y le dijo:

“ya que disfrutas con los sufrimientos ajenos de ahora en adelante  serás condenado a recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad, y que provocaras la muerte de todos aquellos que te vean. Tu único alimento será el hierro al rojo vivo, tu única bebida la hiel, y te crecerán tentáculos y una piel de lija. Como consuelo te permito bajar a la tierra una vez cada siete años, para encontrar una mujer cuyo amor pueda redimirte”.

Desde ese momento Dios lo condenó a vagar eternamente por los mares entre tormentas y tempestades. Y todo el que lo viera dijo, caerá en desgracia.
Acto seguido la figura desapareció llevándose consigo a toda la tripulación y a los pasajeros.

Hasta aquí una de las muchas historias que se cuenta, y son muchos los relatos sobre el avistamiento del Holandés Errante, concretamente :

El 11 de Junio de 1881, a las 4 de la madrugada el barco Inconstant con los príncipes Jorge de Inglaterra que más tarde reinó como Jorge V y su hermano mayor Alberto Víctor, duque de Clarence dejaron constancia en el cuaderno de bitácora como el Holandés Errante se cruzó en su rumbo:

“Una luz extraña roja, como la de un buque fantasma, incandescente, y en el centro de esa luz, los mástiles, palos y velas de un bergantín a más de 200 metros de distancia se destacaron bajo un fuerte relieve cuando se acercó a nuestra babor.  El vigía de proa, el oficial de guardia, el guardamarina del alcázar, los príncipes y varios tripulantes no encontraron vestigios ni señales de ningún barco material, pese a estar la noche clara y el mar en calma. En total fue visto por trece personas cerca de  Cove, cerca de St. Leven, en Cornualles (Inglaterra)”.



Son muchos los testimonios de avistamientos del buque, en 1939 tuvo lugar un avistamiento masivo desde la playa sudafricana de Glecairn. Alrededor de 100 personas aseguraron que de las brumas del océano Índico surgió un barco de velas que comerciaba por las Indias Orientales siglos atrás. La nave desapareció tan misteriosamente como hizo acto de presencia.

En 1942 en Ciudad del Cabo, cuatro personas que se hallaban en una terraza contemplaron durante 15 minutos como un viejo barco destartalado navegaba hacia la bahía de Table, donde finalmente desapareció.

En mi opinión el más impactante se produjo el 3 de agosto de 1942, el comandante en jefe de la flota alemana de Hitler según relata en un informe detallado, vio a la nave mientras se hallaba en una misión en Suez y que a pesar de que el mar estaba en calma y no soplaba ninguna brisa, el extraño buque navegaba a todo trapo y que además se dirigía a su posición, no se sabe que ocurrió a continuación pero después se afirmó que sus hombres preferían enfrentarse con toda la flota enemiga antes que volver a cruzarse con él.


Las apariciones del Holandés Errante se ha registrado durante los últimos 400 años y dicen que si te encuentras con él, no lo mires porque te trae la mala suerte y un ataque al corazón puede que también.




                                                                                        Fiat Lux. 

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