Surca los
mares un barco fantasma maldito, condenado a vagar eternamente por los océanos
del mundo como castigo a la osadía y soberbia de su capitán.
Allá por el
Siglo XVII, había un duro y temerario capitán holandés llamado Vanderdecken y que
no creía en Dios.
Se dice que
podía hacer la travesía Holanda y Java en 90 días, y que para ello había hecho
un pacto con el diablo, comienza la leyenda de este famoso
barco y su capitán cuando quedan atrapados durante una terrible tormenta mientras doblaban el cabo de Buena Esperanza.
Los
pasajeros aterrorizados, rogaron a Vanderdecken que se refugiara en un puerto
seguro o por lo menos arriar velas para intentar eludir el temporal, pero el
capitán sintiéndose indestructible y enloquecido se rió de sus súplicas y,
atándose al timón, comenzó a cantar canciones sacrílegas.
“Desafío al
poder de Dios a detener el curso de mi destino. Ni el mismo diablo despertará mi temor aunque tenga que
surcar los mares hasta el día de juicio”.
La
tripulación también se alarmó por la conducta de su capitán e intentaron
hacerse con el control del barco, pero el intento de motín fue sofocado cuando
Vanderdecken arrojó por la borda a su líder, mientras lo aterrados pasajeros y
tripulación se encomendaban a Dios. En respuesta a sus plegarias las nubes se
abrieron y de entre ellas surgió una luz divina que descendió e iluminó la proa
del barco por completo revelando una figura gloriosa que según algunos
identificaron con Dios.
La figura
se enfrentó a Vanderdecken y le dijo:
“ya que
disfrutas con los sufrimientos ajenos de ahora en adelante serás condenado a recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad,
y que provocaras la muerte de todos aquellos que te vean. Tu único alimento será el hierro al
rojo vivo, tu única bebida la hiel, y te crecerán tentáculos y una piel de
lija. Como consuelo te permito bajar a la tierra una vez cada siete años, para
encontrar una mujer cuyo amor pueda redimirte”.
Desde ese
momento Dios lo condenó a vagar eternamente por los mares entre tormentas y
tempestades. Y todo el que lo viera dijo, caerá en desgracia.
Acto
seguido la figura desapareció llevándose consigo a toda la tripulación y a los
pasajeros.
Hasta aquí
una de las muchas historias que se cuenta, y son muchos los relatos sobre el
avistamiento del Holandés
Errante, concretamente
:
El 11 de Junio de 1881,
a las 4 de
la madrugada el barco Inconstant con los príncipes Jorge de Inglaterra que más tarde reinó
como Jorge V y su hermano mayor Alberto Víctor, duque de Clarence dejaron
constancia en el cuaderno de bitácora como el Holandés
Errante se cruzó en su rumbo:
“Una luz
extraña roja, como la de un buque fantasma, incandescente, y en el
centro de esa luz, los mástiles, palos y velas de un bergantín a más de 200
metros de distancia se destacaron bajo un
fuerte relieve cuando se acercó a nuestra babor. El vigía de proa, el
oficial de guardia, el guardamarina del alcázar, los príncipes y varios
tripulantes no encontraron vestigios ni señales de ningún barco material, pese a
estar la noche clara y el mar en calma. En total fue visto por trece personas
cerca de Cove, cerca de St. Leven, en
Cornualles (Inglaterra)”.
Son muchos
los testimonios de avistamientos del buque, en 1939 tuvo lugar un avistamiento
masivo desde la playa sudafricana de Glecairn. Alrededor de 100 personas
aseguraron que de las brumas del océano Índico surgió un barco de velas que
comerciaba por las Indias Orientales siglos atrás. La nave desapareció tan
misteriosamente como hizo acto de presencia.
En 1942 en
Ciudad del Cabo, cuatro personas que se hallaban en una terraza contemplaron
durante 15 minutos como un viejo barco destartalado navegaba hacia la bahía de
Table, donde finalmente desapareció.
En mi
opinión el más impactante se produjo el 3 de agosto de 1942, el comandante en
jefe de la flota alemana de Hitler según relata en un informe detallado, vio a la nave mientras se hallaba en una misión en Suez y que a pesar de que el
mar estaba en calma y no soplaba ninguna brisa, el extraño buque navegaba a
todo trapo y que además se dirigía a su posición, no se sabe que ocurrió a
continuación pero después se afirmó que sus hombres preferían enfrentarse con
toda la flota enemiga antes que volver a cruzarse con él.
Las apariciones del Holandés Errante se ha registrado durante los últimos 400 años y dicen que si te encuentras con él, no lo mires porque te trae la mala suerte y un ataque al corazón puede que también.
Fiat Lux.
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