lunes, 29 de septiembre de 2014

!COMO SER UN NAVY SEALS Y NO MORIR EN EL INTENTO!



En 1960 el fracaso estadounidense en Bahía de Cochinos (Cuba), hizo temblar los despachos del ejército más poderoso del mundo. Fue el presidente Kennedy quien solicitó la creación de una fuerza de choque exclusiva, entrenada en las tácticas de guerra no convencionales y que contara con la más avanzada tecnología y todos lo conocimientos necesarios del mejor servicio de inteligencia. Esta explosiva mezcla tuvo su fruto en enero de 1962, la armada dio luz verde a la creación de un cuerpo especial bajo el nombre codificado de SEAL (sea, air, land: mar, aire y tierra).
Los miembros deben ser seleccionados cuidadosamente bajo criterios de la mayor agresividad y determinación.
Su misión: secuestrar e interrogar; localizar y liberar y sembrar el terror ya sea militar o civil mediante ataques sorpresa.



Los requisitos:

-Ser varón (ya empezamos).
-Tener entre 18 y 28 años.
-No tener antecedentes penales.
-Poseer una visión perfecta.
-Superar las durísimas pruebas de acceso.

Las Pruebas de Acceso:

Sólo el 10% de los aspirantes inicialmente presentados logra llegar a la fase final de formación.
Para empezar, a todo posible aspirante se le exigen una serie de requisitos de aptitud mínima. Hace falta estar previamente alistado en la Marina, en el Cuerpo de Marines o en la Guardia Costera. Solo se admiten a varones estadounidenses.
Para acceder al curso de selección ha de obtenerse una puntuación mínima de 220 puntos en un test de aptitud vocacional, que incluye pruebas de matemáticas, memoria, razonamiento, lengua escrita y hablada y ciencias generales. Pero el requisito más duro sin duda es la superación del test de aptitud física, que incluye pruebas tales como correr 2,5 km en 12.30 minutos, nadar 500 metros en menos de 13 minutos, o hacer 42 flexiones en menos de dos minutos.
Una vez superados los requisitos iniciales, los aspirantes deberán superar un proceso de selección y formación de 24 semanas, denominado "Curso de demolición básica submarina" y que a su vez se divide en 3 fases: acondicionamiento básico, buceo y guerra terrestre. Sin duda alguna, la fase más dura y en la que se eliminan a la mayor parte de los cadetes es la primera. En ella, los instructores ponen a sus reclutas al límite de su resistencia física y mental, con durísimos entrenamientos en arena y en el mar.


Esta fase consiste en una interminable rutina de ejercicios físicos como series de 500 flexiones seguidas, el instructor puede pedir a un candidato que repita las serie solo por haber hecho un gesto de dolor. También se lleva a cabo prácticas de ocupación y desalojo de lanchas inflables en alta mar., sesiones de 50 minutos de natación en agua helada.
Son muy habituales las lesiones, y con frecuencia los aspirantes caen desmayados incapaces de seguir desarrollando los ejercicios. Los reclutas son instigados a gritos a abandonar el cursillo, y una campana se encarga de anunciar con tres toques los abandonos que se producen.


Esta primera fase termina con la conocida como "semana del infierno": Unas maniobras de cinco días y medio en la que los aspirantes son llevados hasta la extenuación durante 18 horas de ejercicio diario. Durante este periodo reciben una alimentación mínima y son despertados a gritos después de haber dormido durante 3 o 4 horas en el suelo. La Marina no busca con estos ejercicios únicamente a los hombres más fuertes. Pretende fundamentalmente seleccionar a los más fríos, los que son capaces de mantener la calma en las situaciones más extremas, y los que tienen la suficiente iniciativa y habilidad de salir airosos ante la adversidad.



Las dos siguientes fases de formación son de carácter más técnico, y aunque se continua aumentando progresivamente la intensidad de los ejercicios físicos, la atmósfera de tensión con los instructores se relaja. En la fase de buceo se forma y prepara a los futuro SEAL para desarrollar el combate submarino.
En esta fase, los participantes aprenden a bucear y a nadar a gran velocidad y de manera silenciosa, así como a repeler los ataques del enemigo bajo el agua.

Uno de los ejercicios más odiados por los reclutas consiste en una inmersión en una piscina atado de pies y manos.
El proceso de entrenamiento también incluye saltos en paracaídas a gran altura (más de 7000 metros), combate sin armas y marchas de 20 kilómetros con mochilas de 40 kilos.
Es habitual que durante los entrenamientos se produzcan lesiones e incluso muertes.
Además, son entrenados para la colocación de artefactos explosivos bajo buques, o para el ataque de enemigos en medio fluvial. 
Los oficiales no actúan limpiamente, tienden emboscadas, cierran los conductos del aire, los hunden de nuevo y los llevan al límite en lo que a veces se convierten en trampas casi mortales.

Por último, en la fase final de selección  los aspirantes son instruidos en técnicas de guerra terrestre, tales como patrullaje, rappel, demolición, contravigilancia, técnicas de camuflaje y manejo de todo tipo de armas. Se dice, que durante esta periodo, se gastan más balas en las prácticas de tiro que todas la compañías de marines juntas.
Las últimas 3 semanas se organizan nuevamente unas maniobras en las que se pone en práctica todo lo aprendido. Para finalizar, los aspirantes a SEAL que aún permanecen en el curso (aproximadamente un 10% de los inicialmente presentados) concluyen la tercera fase con un cursillo de 3 semanas de paracaidismo. Durante esta fase, solo se permite un error, el segundo supone la vuelta a casa.
Superado el curso de demolición básica submarina, los aspirantes a SEAL aún deben superar un arduo curso de 26 semanas, denominado "Entrenamiento de cualificación". En él, los reclutas se dividen en 20 pelotones, que a su vez se dividen en 2 escuadrones de 10 hombres cada uno. Lo que la Marina busca con este nuevo proceso es la adaptación de los aspirantes al esquema habitual de lucha de los SEAL, fomentando a la vez la capacidad de trabajar en equipo y la camaradería de los hombres. Nuevamente, son instruidos para trabajar en los más variados teatros de operaciones: bosques, zonas urbanas, desiertos, zonas polares...


Tras finalizar estos dos extensísimos cursos de selección y formación, los reclutas por fin reciben el ansiado distintivo de los SEAL -un águila sosteniendo un ancla, un arma y un tridente-, y se incorporan en periodo de prácticas a alguno de los equipos que operan en la actualidad. Normalmente transcurre un año y medio entre el inicio del curso y la obtención del tridente, y aún deberá pasar otro año más de entrenamiento y formación en periodo de prácticas para que el SEAL entre en combate. No es un camino fácil.


El Equipo Básico:

Los Seals separan su equipo en tres líneas. La primera, incluye los elementos básicos de supervivencia: uniformes de combate, armas, mapas, relojes, cuchillo de bolsillo, 7,5 metros de cuerda de paracaídas y la tan odiada comida lista para comer.
El  equipo de segunda línea está formada por entre cinco y siete cargadores, granadas de mano, agua y tabletas de purificación y equipo médico.

La tercera línea incluye todo lo necesarios para una misión en particular, como radios y baterías, minas claymore, ponchos y anteojos de visión nocturna con GPS, entre otros.



La Estructura:

El equipo Seals consta de 27 oficiales y 156 hombres, contando para el combate con unos 64 miembros. Normalmente, cada equipo se divide para el combate en pelotones compuestos de hasta ocho, siempre número pares.
Cada miembro en patrulla es un especialista: uno en demoliciones, otro en electrónica, en navegación y sanitarios.
La infiltración en territorios hostiles requiere discreción, por eso los miembros son pocos, la comunicación se prefiere por gestos. La visión nocturna es fundamental para las operaciones. Un equipo Seals lleva normalmente un francotirador con 2 o 4 ametralladoras ligeras, el resto lleva fusiles de asalto M4 o su variante SR25.
Las infiltraciones aéreas se hacen mediante saltos desde los helicópteros “HALO”, lo cual requiere un entrenamiento “fino” para lograr saltos de precisión donde los ocho miembros caigan en un mismo punto.
La infiltración por mar se hace por medio de minisubmarinos, zodiac, o buceando.
Para operar por el desierto cuentan con el Desert Patrol, diseñado para llevar a 3 personas más un pasajero y combustible.



Cada uno de los comandos especiales de guerra tiene bajo su mando a 4 equipos SEAL, los cuales tienen a su vez un ámbito de actuación específico: Mediterráneo, Océano Pacífico, Ártico, Oriente Medio... junto a ellos existen dos grupos de entrega de vehículos, encargados de ofrecer apoyo logístico y transportar los distintos equipos.
Todas las misiones en las que participan son confidenciales, por lo que los detalles de las operaciones son secretos
Nadie sabe a ciencia cierta cuantos son y a qué se dedican exactamente. Se ha filtrado que estaría integrado por 6 escuadrones: 4 de asalto, 1 de transporte y otro de reconocimiento y vigilancia.

Han sido desplegados en Iraq y Afganistan en algunas de las misiones más peligrosas. Siempre en la primera linea de combate, siempre ante los enemigos más temibles.  Pero sin lugar a dudas su misión más famosa y conocida ha sido la caza y captura del terrorista más buscado de todos los tiempos y que se desarrolló en menos de 40 minutos, más conocida como Gerónimo ( ver el post publicado "Comando 6 de Navy Seals").




Bien, ya sabemos que son jóvenes portentos, altos, fuertes, silenciosos y agresivos, muy agresivos y para muestra un tal Marcus no se qué? , un prodigio físico y que se desenvolvía bien en combate, pero sus ideales eran bien simples: “ los buenos estaban en América y los males en Oriente”.
Cuando lo mandaron a Afaganistán, se metió una foto de las Torres Gemelas en el bolsillo, su objetivo: “matar el doble de gente que los que ellos mataron el 11-S”.



Y yo me pregunto: mucha fase de selección y durísimo entrenamiento físico y militar pero, ¿y el estudio psiquiátrico?

                                                                           Fiat Lux.

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