El
ejército norteamericano bombardea duramente la capital iraquí, instalaciones de
la Guardia
Republicana , arsenales militares, instituciones del Gobierno
y baterías antiaéreas, cualquier infraestructura que pudiera impedir a la
mañana siguiente la marcha de los marines por la ribera del Tigris.
De
entre todos los objetivos destaca en especial uno, localizado milimétricamente
por los láser de las Fuerzas Especiales que la CIA puso sobre el terreno, en concreto, una
alcantarilla situada a 10m del palacio residencial de Saddam Hussein, una
cloaca por la que penetró el proyectil anti-bunker más avanzado hasta la fecha,
la cabeza de combate termobarica Blue-118.
Los
marines sabían que Saddam no se encontraba allí, entonces si él no era el objetivo,
¿Que
trataban de destruir con tanto interés los norteamericanos? El Búnker de
Saddam.
En
2003, el palacio residencial estaba siendo reducido a cenizas, el gobierno
americano hizo saber a la opinión pública que este era el supuesto centro de
mando en el que Sadam H. y los miembros del Partido Baath realizaban sus
estrategias, pero no era más que un cebo, los americanos lo sabía y lanzaron
todo su arsenal sobre él, esperando debilitar lo que se escondía en el subsuelo.
El
enorme Búnker de 1800 metros cuadrados
no sufrió ningún rasguño, ni por las 7 bombas de combustión Buster, ni por los
20 misiles Patriot lanzados por las fuerzas de ocupación. Desde el exterior, se
apreciaban la destrucción pero bajo los escombros todo continuaba intacto.
En
1981, la constructora alemana Walter Thosi Boswau, construyó a petición del
presidente iraquí, un bunker subterráneo en el centro de Bagdad, un refugio
prácticamente inexpugnable a cualquier ataque nuclear. Su construcción costó
200 millones de dólares y fue realizado en el más absoluto de los secretos.
Curiosamente
el arquitecto fue el nieto de la que diseñó el bunker de Hitler.
Estaba
diseñado para soportar una explosión nuclear como la de Hiroshima e inmune a
temperaturas de 300º , puertas de acceso de acero y hormigón de 33 centímetros de
grosor y cuatro toneladas de peso. Dotado de la más alta tecnología disponible
para evitar la contaminación por gases.
La
única manera de entrar era a pie, por eso en la mañana del 22 de marzo de 2003,
los marines norteamericanos tomaron los alrededores del palacio y aseguraron la
entrada al bunker, cuando el primer soldado se aventuró linterna en mano hacia
el interior no salía de su asombro.
Con
una superficie de más de 5.800
metros , estaba acondicionado para albergar a 50 personas
y comida en conserva para vivir cómodamente durante al menos un año sin salir
de él. Tiene dos túneles de escape, uno de 200 metros hasta el río
Tigris.
Tanque
de agua, filtros de aire, generadores de electricidad y un novedoso centro de
mando de impulso electromagnético, diseñado para proteger los circuitos
eléctricos de la fuerza de las explosiones.
Interruptores
de luz y grifería en oro, baños con spa, lujosas baldosas en el suelo. Muebles
franceses, gruesas alfombras, gimnasio, piscina climatizada y en el dormitorio
de Saddam una cama con dosel de Damasco rojo. Un arsenal de fusiles AK 47 y
pistolas Makarov fabricadas en oro macizo. Una biblioteca de audio y una sala
de conferencias con video instalaciones. Pero en mi parecer, la joya de la
corona es para los fragmentos de las auténticas Puertas de Babilonia de 4000 a .c en las paredes, una
de las maravillas del mundo antiguo y de valor incalculable (sería capaz de
vender a mi suegra por verlas), joyas y asirias y oro, muchos lingotes de oro.
Lo
que está claro es que habían encontrado la cueva de Alí Baba, y los americanos
eran los cuarenta ladrones. Con todo aquel lujo, los marines tardaron más de
dos semanas en sacar todos los objetos del bunker.
Saddam,
como otros muchos líderes construyó el bunker ante la posibilidad de ser
asesinado por sus enemigos. Y también hemos de recordar que fue un gran aliado
de Occidente, aunque más del gobierno americano, a quién sirvió como freno a la
revolución iraní, como sabemos gran enemiga de Estados Unidos.
El
final de Saddam todos sabemos cual fue, pero de los objetos del saqueo y
expolio no tenemos ni idea.
Fiat Lux.
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